La revisión de la traducción, paso clave para la calidad de la misma
La revisión es un
aspecto fundamental del trabajo del traductor puesto que se configura como un
proceso inevitablemente unido a la traducción, ya que todo traductor
profesional realiza una revisión a punto para controlar la calidad del trabajo
antes de entregarlo. En este proceso son varios los elementos que se deben
tener en cuenta y muchas las recomendaciones a seguir.
Por eso, a
continuación vamos a abordar este mecanismo, compuesto en la mayoría de los
casos por tres pasos.
El primero es la revisión
del contenido, etapa en la que se compara cada oración de la traducción con
el texto original, con el objetivo de constatar que éste está correctamente
traducido y se ha utilizado la terminología adecuada. Aquí también uno constata
que el formato coincide con el original y que elementos como números, fechas y
nombres propios son correctos.
En segundo lugar se
lleva a cabo la revisión de la forma,
en la que se realiza una comprobación del texto traducido y el traductor
profesional se asegura de su fluidez y estilo utilizado. Esta fase funciona
como mecanismo de detección de posibles errores de carácter tipográfico,
ortográfico, de puntuación o gramatical.
En tercer lugar se
llevan a cabo comprobaciones de control,
que pasan por analizar la traducción con
herramientas electrónicas, repasar los términos más difíciles que están
presentes en el trabajo o la presencia de espacios antes de caracteres. De la
misma forma, todo traductor profesional debe pasar en corrector ortográfico
antes de presentar al cliente su trabajo.
Con respecto a los
consejos que se deben tener en cuenta, es interesante dejar reposar la traducción antes de revisarla. Esta distancia en
el tiempo permite al traductor tener una mirada distinta, más relajada y capaz
de detectar un mayor número de errores.
También, en esta
línea, hay quien prefiere realizar las revisiones
en papel, puesto que gracias a este soporte es muy probable detectar fallos
que en un ordenador no se captan en una primera lectura. Sin embargo, este
consejo es útil para traducciones cortas, no para textos extensos ya que a
mayor longitud, mayor gasto de papel y tinta.
Otro consejo muy
útil a tener en cuenta es la utilización frecuente de programas de traducción asistida. Muchos traductores profesionales
los usan principalmente por el tipo de documentos que traducen pero también
para documentos más generales. Ello se debe a que facilitan la revisión, pues
cotejan cada frase del original con su traducción a través de un único
visionado.
Finalmente, en los
casos de traducciones poco extensas es conveniente realizar una última revisión de todo el texto. Para aquellos trabajos
más extensos, lo más recomendable es dividirlo en fases, gracias a las cuales
el profesional de la traducción no perderá el hilo de cada parte del mismo.
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