La traducción del vino: mucho más que una bebida
Es uno de los productos estrella
de la gastronomía española y de otros lugares del mundo, por lo que sus
productores y distribuidores tienen en él un gran potencial de
comercialización. Hablamos del vino, una bebida saludable, utilizada a
cualquier hora del día y cuya traducción a otros idiomas ofrece múltiples
beneficios a la empresa que lo fabrica.
Porque, como pueden observar
atendiendo únicamente a las cifras registradas por este negocio en España, la industria vinícola está compuesta por
4.300 empresas, un 14% del total del sector alimentario. De hecho su
importe neto de negocio ronda los 5.500 millones de euros, un 1% del PIB total
producido en España.
Pero una de las principales bazas
con las que juega es la imagen que juega en el exterior, convirtiendo en marca
a su país correspondiente. Por ello, puede decirse que el sector del vino,
independientemente de su procedencia, es de gran relevancia para su economía particular y para el país al que
representa.
Por ello, la extensión de su
concepto, beneficios y cualidades que diferencian un determinado vino del resto
es fundamental para que éste sea demandado, comprado y ayude a materializar los
objetivos de la empresa que lo produce.
Para alcanzarlos, es fundamental realizar un buen trabajo de traducción.
El mundo del vino posee un lenguaje propio, que va desde su producción y
distribución hasta sus variedades y formas de consumo. Por no hablar de la
labor de comunicación y marketing que requiere para que sus bondades sean
entendidas por los consumidores de un mercado que no le es propio.
Así, en primer lugar se debe
tener claro que para traducir un determinado vino, es fundamental transmitir las cualidades de dicha bebida,
así como sus especificidades y
características concretas (condiciones de producción, forma de consumo,
características de su crianza, etc).
En paralelo, es importante llevar
a cabo una correcta traducción de la lengua del vino. Este producto tiene un
lenguaje propio, que es común a todos los paladares pero no al conjunto de
consumidores y clientes a los que una determinada marca quiere llegar. Estar
pendiente de estos aspectos y cuidar que el mensaje llegue a su destinatario
dándole el sentido adecuado es otra de las tareas del servicio de traducción
del sector del vino.
Por último, no debemos olvidar
que para ampliar mercado todo producto requiere de un soporte y, en este
sentido, Internet se configura como una
gran ayuda. Para ello, contar con una página web traducida a aquellos
idiomas a los que nos queremos dirigir es fundamental. Además, ésta debe contar
con una traducción adecuada y coherente de cada uno de los productos ofertados,
para que el público quede satisfecho una vez los reciba.
Por todos estos motivos, la
traducción es un trabajo fundamental en la exportación de un producto tan
importante como es el vino. Para ello, es muy importante contar con un equipo de profesionales que ayude a alcanzar los objetivos buscados.
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