El sector de la
traducción tiene múltiples aplicaciones siendo una de las más relevantes la
relacionada con el campo de la traducción jurada. Este documento se exige en
multitud de organismos de España para constatar una determinada situación legal
del emisor de la misma, en la que el traductor jurado ejerce un rol
fundamental, al constatar el contenido de la misma.
Sin embargo, la
traducción jurada no está exenta de confusiones, especialmente las relacionadas
con la entrega del documento. Así, el cliente debe tener en cuenta si la
entrega de la traducción jurada se lleva a cabo en persona, se envía por email
o por otro medio. Uno de los criterios que más suelen predominar a la hora de
decantarse por sistema u otro es la rapidez a la hora de obtener el documento.
Una cuestión que es secundaria en función de la ciudad en la que se vive, si es el caso de una localidad con gran oferta de traductores jurados, pero muy importante si esta es pequeña o directamente no existen.
Una cuestión que es secundaria en función de la ciudad en la que se vive, si es el caso de una localidad con gran oferta de traductores jurados, pero muy importante si esta es pequeña o directamente no existen.
En este
sentido, la norma sobre la traducción jurada establece que
esta debe emitirse en papel, por lo que el envío de la misma ha de realizarse
en mano o a domicilio. No obstante, la ley no dice nada en torno a la
posibilidad de que, adicionalmente, un traductor jurado envíe a su cliente una
copia del documento escaneada a través del correo electrónico para constatar el
trabajo realizado.
Así, la entrega
de la traducción jurada a domicilio es el método más cómodo para el cliente: no
se mueve de su casa y recibe el documento en el buzón o en persona. Un método
que marca la diferencia en lo que respecta a su certificación, seguimiento, plazo
de entrega y coste del mismo.
De igual modo,
este sistema no está exento de inconvenientes, que han de ser tenidos en
cuenta. Entre ellos se encuentra que si bien el traductor ahorra tiempo en la
gestión personal con el cliente, es necesario llevar a cabo correctamente el
tema del pago. Así, el cobro por adelantado es el más seguro para estos. Si
bien no se conoce al cliente, se suele caer en el error de de no utilizar este
sistema, con sus consecuentes garantías.
Los otros métodos
Asimismo, se
puede utilizar el pago contra reembolso, que entrega la traducción jurada
únicamente cuando el mensajero la haya cobrado. Entre sus límites se encuentra
el no reconocimiento de la tarjeta de crédito así como la negación del cliente
a pagar. Un sistema peligroso en el caso de los clientes individuales, no así
con las empresas.
Por último, la
entrega de la traducción jurada en mano tiene como límites los tiempos
utilizados por parte del traductor. Y otros añadidos más: el cliente debe
exigir a este siempre que le entregue el carné de traductor jurado que expide
el Ministerio de Asuntos Exteriores. De igual modo, se debe exigir la factura
del servicio, a fin de evitar la evasión impositiva.
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