Reglas básicas para conseguir una buena traducción técnica
Las traducciones
técnicas, derivadas de campos tan específicos como la química, la física, la
farmacia o la medicina requieren un conocimiento añadido por parte del
profesional que las lleva a cabo. En esta línea, entender el mensaje es
fundamental, por lo que el traductor debe llevar a cabo una serie de reglas
básicas para conseguir una traducción técnica fiel, rigurosa y precisa.
Comenzando por el respeto del contexto. No es posible
realizar una traducción de calidad sin que se tenga en cuenta el escenario en
la que ésta se desarrolla, a quién se dirige y qué objetivos persigue. Por
ello, es fundamental planificar estos aspectos, que se consiguen obteniendo
información previa.
Estos datos son
claves para estar al día en torno a los conocimientos que debemos incluir en
nuestro trabajo, por lo que tenemos que acudir
al material procedente de documentos de referencia o previamente
traducidos. Atender a dicho estado de la cuestión requiere buscar en libros,
tesis, manuales, patentes, etc.
En tercer lugar, se
debe trabajar la terminología. Para
ello, nada mejor que localizar diccionarios y glosarios sobre el tema que se va
a abordar y, a partir de ellos, fabricar nuestro propio listado específico
previo con los elementos más importantes del trabajo que se va a configurar.
Otro aspecto
relevante es cuidar los aspectos
ortográficos, ya que una buena traducción debe ser sinónimo de exactitud y
precisión, por lo que se deben incluir tanto las ambigüedades como los dobles
sentidos de las palabras y los giros que se hayan incluido en el texto a
traducir.
En paralelo, toda
traducción requiere que en ella se cuide el uso de las mayúsculas. Estas deben estar presente según si idioma de llegada,
o lo que es lo mismo: en la lengua traducida. Se trata de un error muy
frecuente el uso incorrecto de las mayúsculas, junto con el campo específico
que nos ocupa, así como el uso incorrecto del nombre de principios activos y
componentes que no son marcas comerciales.
Igualmente, es
importante no fiarse de los falsos
amigos, ya que es muy común que campos en desarrollo, que adoptan
neologismos para nuevos términos. En esta línea, hay que considerar siempre si
existe un mejor equivalente en el idioma de destino, y en el caso de que así
sea, utilizarlo.
Otros aspectos
importantes son dominar las siglas y las
nomenclaturas que aporten los textos originales, un tema que puede resultar
complicado pues una mala gestión de dichas traducciones generará confusión en
el lector. Además, tratándose de este caso concreto, debemos tener en cuenta
que la traducción técnica requiere de control de las unidades de medida y
decimales.
Finalmente, es
vital cuidar el estilo, así como la
sintaxis de la traducción. Como decíamos al principio, todo texto debe ser
interpretado por un receptor, el cual necesita el mayor número posible de datos
por parte del profesional a cargo de llevar a cabo este trabajo.
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