Los idiomas más complejos de traducir
La traducción es un
servicio que se realiza por medio de profesionales, especializados en la
materia, y con experiencia al respecto. Sin embargo, todos estos especialistas coinciden en afirmar que existen lenguas más complejas que otras, cuya configuración
interna resulta más difícil de conocer, aplicar y transmitir a otras lenguas.
La introducción
descrita en el párrafo anterior nos lleva a reflexionar en torno a cuáles son
las lenguas más complejas a la hora de traducir, ya sea por su terminología,
normas gramaticales, vocabulario o contenidos.
Para ello,
comenzamos con el chino mandarín. En
sus caracteres, una pequeña diferencia en el trazo simboliza un significado
diferente. Se trata de una lengua que contiene cuatro tonos que solo difieren
en la enunciación. Además, son frecuentes los números homófonos, y dependiendo
del contexto en el que se apliquen su significado difiere notablemente.
En segundo lugar
encontramos al árabe. En este caso
se trata de su gramática el elemento más complicado a la hora de ser traducido.
De hecho, este idioma utiliza un formato verbo-sujeto-objeto, fórmula a la que
hay que añadir tres niveles de pluralidad. Además, en lo que respecta a los
guiones, la mayoría de las letras contienen cuatro formas diferentes que varían
según su ubicación en la palabra.
El top three de los
idiomas complejos se cierra con el polaco,
cuya mayor dificultad se encuentra en su alfabeto. El mismo se compara con el
latín, pues se trata de una lengua flexiva, algo que hace que los nativos no
dominen el idioma hasta que llegan a un mínimo de 16 años.
A continuación
destaca el finlandés, un idioma que
se caracteriza por ser extremadamente fonológico. De hecho, las reglas léxicas
que lo contienen se determinan por cómo suenan. Esta norma establece que una
palabra sólo puede contener dos vocales de una clase. ¿Fácil, verdad?
Le sigue de cerca,
en lo que a complejidad se refiere, el idioma ruso. Una lengua que es difícil de traducir precisamente por las
maneras en que las palabras establecen relaciones, generando nuevos vocablos.
Asimismo, en esta línea se debe destacar el japonés, un idioma que se
representa a través de caracteres diferentes y cuyo conocimiento está al
alcance de pocos pues presenta entre 10.000 y 15.000 caracteres en total.
¿Acaban aquí los idiomas complejos?
Cierran el ranking de los más difíciles de traducir el estonio, el islandés y el alemán. Para quien requiera una traducción basada en ellos, lo mejor es que se sepa rodear de profesionales al respecto.
Sólo así obtendrán garantías de que sus trabajos
cuentan con la calidad y profesionalidad suficientes. Seguro que están de
acuerdo con nosotros en estas afirmaciones.
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