Un traductor profesional jamás nos reconocerá cuáles son las lenguas más sencillas de aprender y a la vez, de traducir. Sin embargo, existen estudios que clasifican el grado de dificultad de aprender un idioma. Uno de los más extendidos se ha llevado a cabo por el Instituto de Servicio Exterior de EEUU, con resultados sorprendentes que os detallamos a continuación.
En primer lugar, destacan los idiomas que este análisis determina como fáciles o sencillos. Para ello han tenido en cuenta que su estudio requiere 24 semanas y una media de entre 575 y 600 horas de aprendizaje continuo. Los resultados, en orden descendente –de más fáciles a más difíciles, son los siguientes: español, portugués, francés, italiano, rumano, alemán, sueco, sudafricano y noruego.
A continuación, es interesante analizar los idiomas que requieren un nivel medio de aprendizaje para profundizar su conocimiento. Éste se sitúa en torno a las 44 semanas y las 1.110 horas de clase lectiva. Así, las lenguas que configuran este estrato de aprendizaje de dificultad media son el hindi, el ruso, el vietnamita, el turco, el polaco, el thai, el serbio, el griego, el hebreo y el finés.
En tercer y último lugar se sitúan las lenguas “duras”, aquellas que requieren una mayor dificultad para los nativos ingleses. Las mismas requieren un total de 88 semanas –más de un año y medio- para ser aprendidas con nivel y haber utilizado en ellas más de 2.200 horas de estudio.
Es aquí donde el estudio hace un mayor desglose de las mismas. El primer lugar lo ocupa el árabe, debido a su dificultad escrita y al uso de pocas vocales. Esta lengua tiene su mayor nivel en la comprensión lectora y escrita de sus vocablos y sintaxis.
Asimismo, el segundo puesto del ranking lo ocupa el japonés, la lengua del imperio de los signos, según nos reza la obra de Roland Barthes. En este caso la dificultad de aprendizaje se sitúa en las sílabas y la escritura de los caracteres que la componen.
Finalmente destacan como tercera y cuarta lenguas más complejas el chino y el coreano. En ambos casos, al igual que el japonés, los signos y su escritura son el componente de mayor nivel de dificultad a la hora de ser aprendidos.
Este ranking tan particular nos ha ayudado a conocer cuáles son las lenguas más sencillas a la hora de aprender un nuevo idioma y quizá también nos ayuda a explicarnos por qué determinados idiomas, como el español, están ganando tantos adeptos en los últimos tiempos.
En cualquier caso, todas ellas necesitan de profesionales a la hora de ser traducidas. Sólo así llegan a ser entendidas en su plenitud y las organizaciones que las precisan logran obtener servicios de garantía gracias a dichas traducciones.
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